Limpiavidrios siguen en las calles del Distrito Nacional
En su mano derecha carga un pedazo de caucho negro y en su izquierda una esponja mojada de un líquido desconocido que arrojará hacia el cristal delantero de un vehículo parado, en alguna importante intersección de la ciudad, con el propósito de “limpiarlo”.
Los limpiavidrios, como popularmente se conocen, siguen sin salir del ruedo de las calles y avenidas neurálgicas del Distrito Nacional, pese a que dicha acción está prohibida por la Sala Capitular de la Alcaldía del Distrito Nacional.
En un momento se pensó que habían desaparecido por completo de las vías, ya que en su lugar solo se observaban a los habituales vendedores de frutas y accesorios de celulares, vender sus mercancías a aquellos conductores que tienen que detenerse ante la señal roja de una unidad semafórica.
No obstante, estos individuos se mantienen en pleno ejercicio de su trabajo sin que ninguna autoridad municipal haga algo al respecto.
La presencia de estos sujetos se comprobó ayer en la avenida Máximo Gómez con 27 de Febrero en ambos tramos, así como en la 27 de Febrero con Abraham Lincoln y Winston Churchill.
También, en la avenida John F. Kennedy con Abraham Lincoln y Máximo Gómez con John F. Kennedy, Núñez de Cáceres con 27 de Febrero y en la Rómulo Betancourt con Núñez de Cáceres.
En un momento fueron incontables las denuncias que hicieron ciudadanos sobre daños hacia sus automóviles por parte de un limpiavidrios que insistió en recibir algunas monedas a cambio por un servicio que no se le pidió o procuró, en una concurrida avenida de la capital.
En algunas ocasiones estos también suelen vender los limpiavidrios de los vehículos y posteriormente convencen a los conductores para instalarlos sin estar al margen de la avenida.
