Tragedia de Villa Irina: Perdió la vida por salvar a los demás

Dar su propia vida para salvar a los demás es un acto de amor y de valentía.

Así lo demostró hasta el último respiro el profesor de educación física y voluntario de la Defensa Civil, Ramón Miguel Blanco Fabián, de 35 años.

Él se lanzó a las aguas del río Partido, situado entre los límites de las provincias Espaillat y Hermanas Mirabal, salvando a 7 de sus compañeros, algunos de ellos parientes muy jóvenes que vinieron del exterior que no sabían nadar.

Hoy, por su partida heroica, esta comunidad de Villa Trina, en el distrito municipal José Contreras, ha perdido a un gran líder; un gran hijo y servidor.

“Él demostró el servicio que siempre daba como voluntario y lamentamos su pérdida”, expresó compungido Robert Sánchez, su compañero en el organismo de rescate al cual también servía la víctima.

La corriente de agua se llevó 16 personas, al menos siete de ellos los rescató el hoy fallecido y los demás por la labor de los miembros de la Defensa Civil.

Se informó que en las labores de rescate trabajaron varias brigadas de la Defensa Civil de Moca, Jamao, Salcedo, Bonao y La Vega. También se integraron miembros del Cuerpo de Bomberos de Villa Trina y Santiago.

Según versiones, Blanco Fabián estaba bañándose con amigos y familiares cuando se produjo la crecida del río frecuentado por turistas nacionales y extranjeros. La crecida del río Partido fue ocasionada por prolongadas lluvias en la cabecera del afluente que nace en la Cordillera Septentrional entre las provincias Espaillat y Hermanas Mirabal.

Ramón Miguel Blanco Fabián estaba casado y tenía una niña de 5 años. Residía en la comunidad de Los Laureles de Villa Trina. Era un líder comunitario, coordinador de la corriente magisterial del Partido Fuerza del Pueblo.

Informes preliminares indican que Blanco Fabián murió ahogado al ser impactado por una piedra arrastrada por las aguas del río Partido, luego de haber rescatado al grupo de sus amigos. Sus restos fueron velados en su residencia y posteriormente sepultados en el cementerio de la comunidad de Villa Trina.

En el funeral, algunos calificaron a Ramón Miguel como un joven profesional dinámico, amigo de los amigos, muy colaborador.

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