Biden llegó a Reino Unido en su parada previa a la cumbre de la OTAN en Lituania

El presidente estadounidense, Joe Biden, inició su viaje por Europa con una escala en el Reino Unido, donde el lunes se reunirá con el primer ministro británico, Rishi Sunak, y el rey Carlos III. Su visita tiene como objetivo discutir diversos temas, como la crisis climática, la situación en Ucrania y su eventual entrada en la Alianza Atlántica. El martes, ambos irán a Vilna, la capital lituana, para la cumbre de la OTAN. La última parada del mandatario será en Finlandia, en un encuentro con los líderes de los países nórdicos

El presidente de Estados Unidos Joe Biden llegó a Londres en la noche del domingo en el Air Force One y será recibido por el primer ministro británico Rishi Sunak en 10 Downing Street el lunes.

Ambos líderes discutirán la importancia de armar a las tropas ucranianas en respuesta a la invasión rusa. Aunque Sunak expresó a los periodistas el sábado su desaprobación para con el envío de bombas de racimo a Ucrania, se desconoce si este asunto estará en la agenda de la reunión. Todo ello luego de que la nación norteamericana confirmara el lunes que enviará este tipo de munición al Ejército de Kiev.

Biden también estará en el castillo de Windsor el mismo lunes, donde será recibido por el rey Carlos III. Será su primer encuentro tras la coronación del monarca británico, ya que no se presentó en mayo al evento protocolario, una ausencia que fue blanco de las críticas por parte de los medios afines a la Corona.

Durante su estancia en el Reino Unido, el mandatario estadounidense también abordará, presumiblemente, la relación transatlántica y la situación post-Brexit. Anteriormente, manifestó su preocupación por el impacto del Brexit en el proceso de paz en Irlanda del Norte y celebró el acuerdo alcanzado entre el Reino Unido y la UE en febrero para resolver las disputas comerciales en la región.

La parada de Biden en Reino Unido y su participación en la cumbre de la OTAN en Lituania destacan la prioridad que supone en la agenda exterior estadounidense la situación interna de la Alianza Atlántica y su compromiso con sus aliados europeos. Desde la Casa Blanca quieren sentar las bases para una mayor cooperación y coordinación entre los países miembros, especialmente en el contexto de la guerra ruso-ucraniana.

Las bombas de racimo, en el centro del debate en Vilna
El líder de la principal economía del mundo y el miembro más destacado de la OTAN enfrenta las críticas y preocupaciones de sus aliados, incluido Reino Unido, sobre su decisión de proporcionar bombas de racimo a Ucrania. Un tipo de munición prohibido por un el Tratado de Oslo, firmado por más de 120 países, incluido Reino Unido -aunque no por Washington, Moscú o Kiev-. Sunak, por ejemplo, afirmó que el Reino Unido “desaconseja” su uso.

ARCHIVO – Activistas y delegaciones internacionales de pie junto a unidades de bombas de racimo, durante una visita a una base militar libanesa en la apertura de la Segunda Reunión de los Estados Partes en la Convención sobre Municiones en Racimo, en la ciudad sureña de Nabatiyeh, Líbano, 12 de septiembre de 2011. La administración Biden ha decidido proporcionar municiones de racimo a Ucrania y se espera que anuncie el viernes 6 de julio de 2023 que el Pentágono enviará miles como parte del último paquete de ayuda militar para el esfuerzo de guerra contra Rusia, según personas familiarizadas con la decisión. AP – Mohammad Zaatari

La OTAN, por su parte, continúa discutiendo la posible entrada de Ucrania en la institución defensiva. Aunque no se espera un ingreso inmediato, los líderes de la OTAN acordaron acercar a Ucrania a la Alianza Atlántica mediante medidas de apoyo y cooperación.

La OTAN ha proporcionado asistencia no militar a Ucrania, como equipos médicos y apoyo al sector de la seguridad y la defensa. “No creo que haya unanimidad en la familia de la OTAN ahora, en este momento, en medio de una guerra”, afirmó el mandatario estadounidense al medio ‘CNN’. Biden afirmó que no cree que Ucrania esté lista para entrar en el grupo de los 31 y que su eventual adhesión debería discutirse únicamente cuando el conflicto haya terminado.

La posición de Estados Unidos generó debate entre los países aliados. Algunos estados miembros apoyan la inclusión inmediata de Ucrania, mientras que otros expresaron reservas debido a la guerra en curso. A pesar de las diferencias, se espera que los líderes lleguen a un consenso sobre el tema durante la cumbre que se celebrará entre el martes, 11 de julio y el día 12 en Vilna, la capital de Lituania.

Finlandia, la parada final de la gira de Biden
En abril, el país nórdico se convirtió en el miembro número 31 de la OTAN, poniendo fin a su historia de no alineamiento y destacando cómo la invasión de Ucrania por parte de Rusia ha tenido repercusiones negativas en Europa.

Aunque Suecia tenía previsto unirse junto a Finlandia, su admisión se ha estancado debido a las objeciones de Turquía y Hungría. Durante una reunión en la Casa Blanca, el primer ministro sueco Ulf Kristersson presionó por la membresía, pero es poco probable que se resuelva durante la cumbre en Vilna. Por su parte, Biden presionó el domingo a su homólogo turco, Recep Tayyip Erdogan, para que retire el veto a la entrada de Estocolmo a la Alianza.

La visita de Biden a Helsinki, etiquetada como “Cumbre de Líderes Estados Unidos-Nórdicos”, contrasta con la anterior visita de un presidente estadounidense hace cinco años, cuando Trump minimizó la interferencia rusa en las elecciones.

En cambio, Biden busca demostrar la postura firme de su Administración contra Moscú y el fortalecimiento de las defensas occidentales.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *