El error de las AFPs, se están matando así mismo

*Por J. Alexander Pérez

Desde los tiempos de la academia nos enseñaron que en una campaña de relaciones públicas debe haber algún tipo de sustento para que pueda surtir el efecto deseado en el blanco de público a quien se desea dirigir, o de lo contrario tendría una influencia cero, o muy baja.

En estos días hemos observado varias manifestaciones de supuestos trabajadores o sindicalistas expresándose en contra de las exigencias del 30 por ciento de los fondos que mal administran las AFPs, y no solo eso, también han comprado una batería de vocingleros para que salgan a los medios de comunicación a justificar lo injustificable.

En estos días escuché a unos de esos ergástulos hablar de que algunas familias pierden los recursos de sus parientes fallecidos en las AFPs, porque carecen de documentos de identidad.

Además, para justificar el saqueo que han significado esas empresas para el trabajador dominicano, trataron de comparar el actual esquema de capitalización individual con el desaparecido sistema de reparto.

Es que el dinero donde está, y el pueblo tiene todo el derecho a reclamar su seguridad, es en el modelo AFPs, por lo tanto, esa premisa es un sofisma para atrapar incautos.

Lanzar una cortina de humo para ocultar esta realidad es precisamente porque carecen de argumentos valederos para convencer, porque mientras el trabajador, que es el dueño del dinero, está condenado a una pensión de miseria, sino es que lo matan antes de comenzar a cobrarla, esas intermediarias financieras engordan con la gran masa del negocio que se llevan.

Esas velloneras incurren en un mecanismo de manipulación cuando sostienen que el 32 por ciento de esos fondos han sido aportados por los empleadores, eso es falso, un simple enunciado de ley, la realidad es que cuando se contrata a una persona para una determinada labor en sus empresas, calculan el valor de mano de obra, y al resultado le restan el aporte que deben hacer a la seguridad social, la cesantía, el sueldo 13, y cualquier otro costo, y el resultado es el sueldo mensual que devengará.

Con lo sucedido en Chile, que hoy es la economía más robusta de la región, se cae el argumento de que entregar el 30 por ciento de los fondos de las AFPs provocaría un aumento de las tasas de inflación e interés y presión sobre el tipo de cambio; ya que esa nación ha devuelto gran parte de los fondos, y solo ha generado un importante dinamismo económico.

Esas empresas en vez de estar lanzando aguas para envolver al aceite, lo que deben hacer es buscar una solución razonable, porque la corriente de opinión pública se ha volcado de manera aplastante en su contra, la decisión está en manos de la clase política, y en cualquier momento reciben “el jaque mate final”.

@alexandrperez

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