Messi goleador regresa y Ronaldo Cristiano ni de penal pudo

La mejor versión de Lionel Messi, errático en sus últimas apariciones en el París Saint-Germain (PSG), regresó ante el Lille, que perdió 1-5 con una buena actuación del jugador argentino que coronó con un tanto excelso con el que rompió su sequía goleadora en la Ligue 1.

 

El próximo rival del Real Madrid en la Liga de Campeones parece que va a contar con un Messi más afinado de cara a la eliminatoria de octavos de final que disputarán ambos equipos dentro de dos semanas. Para eso contrató el club parisino al ex jugador del Barcelona, para desnivelar la balanza en Europa, donde ansía un triunfo que rompa con la historia de trofeos en la máxima competición continental.

Messi fue la apuesta más potente del proyecto del París Saint-Germain este verano y, de momento, la relación no ha sido fructífera. Hay más oscuros que claros y cualquier pincelada del argentino es vista como una esperanza hacia su despegue definitivo. Y, este fin de semana, Messi ofreció algunos detalles que auguran peligro para el Real Madrid.

El primero, y tal vez el más importante, es que parece haber dejado atrás su baja condición física que le impidió disputar tres partidos consecutivos. Volvió la jornada pasada ante el Reims con 28 minutos testimoniales, entró en el once titular contra el Niza en Copa para ofrecer una imagen pésima con eliminación incluida y repitió en la alineación de Pochettino ante el Lille con un mejor estado.

En ese mismo once, este domingo tampoco estuvo Sergio Ramos, que sigue lesionado, igual que el argentino Mauro Icardi, el neerlandés Wijnaldum, el brasileño Neymar, Ander Herrera y los internacionales senegaleses Diallo y Gueye, en la Copa África. Pochettino formó con Donnaruma en la portería; Achraf, Marquinhos, Kimpembe y Mendes en defensa; Paredes, Danilo y Verratti en el centro del campo; y Di María, Messi y Mbappé en las posiciones más adelantadas.

Messi ofreció su mayor exquisitez al borde del descanso para hacer el tercer tanto del París Saint-Germain. Robó el balón al borde del área, prolongó la pelota hacia dentro y superó con una sutil vaselina al guardameta croata Ivo Grbic. Fue su momento, uno de los mejores desde que llegó al conjunto parisino y con el que se quitó un lastre: marcó su segundo gol en Liga, el séptimo del curso y rompió una sequía de dos meses.

Además, Messi superó los 757 tantos de Pelé y, con 758, se convirtió en el tercer máximo goleador de la historia del fútbol profesional. Pero, antes de ese instante, el París Saint-Germain ya tenía encarrilado el partido con el tanto inicial de Danilo y el de Presenl Kimpembe, que, precisamente, fue asistido por Messi tras un buen lanzamiento de córner. El Lille, mientras, sobrevivía gracias al acierto del neerlandés Sven Botman, que hizo el 1-2 para dar esperanzas a un equipo que después sucumbió con claridad.

Y es que, en el segundo acto, el París Saint-Germain no dejó de pasar el rodillo. Danilo, a los pocos minutos de la reanudación, con ayuda de un desvío, hizo su doblete y cerró el partido con el cuarto. Después, Mbappé, finalizó la fiesta con el quinto, su equipo pisó el freno y durante veinte minutos se dejó llevar hasta sumar tres puntos en los que la mejor noticia fue el regreso de la mejor versión de Messi.

Ronaldo Cristiano ni de penalti
Ni de penalti -fallado en el minuto 20, lanzado fuera- ni de cabeza ni con el pie ni de chilena ni dentro ni fuera del área logró Cristiano Ronaldo el gol que tanto buscó durante dos horas para el Manchester United contra el Middlesbrough, una categoría por debajo, en la cuarta ronda de la Copa de Inglaterra en Old Trafford, decidida a favor del conjunto visitante en los penaltis debido a la increíble falta de eficacia del astro portugués.

Sin producción goleadora (Foto: EFE)
Sin producción goleadora (Foto: EFE)
No fue la noche de CR7, peleado con el gol, con la destreza más imponente y más extendida de toda su carrera. A veces por las paradas de Lumley, otras por la falta de pegada que evidenció este viernes, frustrado siempre por una secuencia interminable de remates fallidos, sin encontrar el bien más preciado del fútbol, para él y cualquier equipo: los goles.

Sólo acertó Jadon Sancho, en el minuto 25. Un pase de Bruno Fernandes lo habilitó ante la defensa contraria. Su tiro cruzado, beneficiado por un rebote en un rival, fue el 1-0 para el conjunto inglés, que no intuía que ese iba a ser el único gol a su favor de todo el encuentro, por más remates que intentó a lo largo de los 120 minutos de juego: 30. Nueve de ellos dirección a portería. Y sólo un gol.

Su adversario sobrevivió hasta los penaltis porque Cristiano y el Manchester United lo permitieron. También Marcus Rashford. O Bruno Fernandes, que, con 1-1, falló un gol que no admitía duda, con el portero descolocado, hasta que el fenomenal futbolista portugués lo estrelló en el palo.

Con un poco más de efectividad, con un porcentaje más o menos decente de acierto, el partido habría estado finiquitado sin discusión mucho antes de que el Middlesbrough hubiera pensado en alguna opción de empatar.

Lo aprovechó el bloque visitante. Su primera ocasión fue al inicio del segundo tiempo, con un remate de Jones despejado por Henderson; su segunda fue el 1-1, con el control de Watmore, ayudado por una clara mano (el árbitro concedió el gol), y un tiro picado que habilitó el tanto de Crooks, lanzado para remachar.

Fue suficiente para provocar la prórroga, inevitable para el United por más que lo intentó, por más que promovió el gol de la victoria en la portería contraria. En el tiempo extra perdió a Jadon Sancho, con molestias musculares y reemplazado por Juan Mata, y confirmó todo lo que había sucedido antes, que no había forma de marcarle el segundo gol a su oponente. Incluso Henderson salvó su empate. Los penaltis dictaron sentencia: clasificaron al Boro. No era la noche del equipo de Ralf Rangnick.

En el partido reapareció Paul Pogba, lesionado el pasado 8 de noviembre y listo para la vuelta a la competición cuando asoman los octavos de final de la Liga de Campeones y el Atlético de Madrid, el próximo 23 de febrero en el estadio Wanda Metropolitano en el encuentro de ida. La vuelta será en Old Trafford, hoy territorio del Boro.

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