La oposición se hace sentir con fuerza y aprieta al gobierno

Rechazo a reforma constitucional tiene un riesgo político;
el gobierno cree que gana con cualquier resultado
En lo que va de año, la oposición se ha hecho sentir fuerte al gobierno de Luis Abinader y el Partido Revolucionario Moderno (PRM). Los efectos se observan en acciones del gobierno como dejar sin efecto el fideicomiso de Punta Catalina y el futuro que tendría el proyecto de reforma a la Constitución luego del rechazo de las organizaciones de oposición.

Leonel Fernández convirtió en un debate con efecto político, su tesis de que el crecimiento económico no fue de 12.3% como dicen el presidente Luis Abinader y el Banco Central, sino de 4.7% porque la cifra de 12.3% fue producto de la caída de -6% en el crecimiento en 2020 por el impacto de la pandemia de la covid-19.

El tema que originalmente enfrentó al político con funcionarios del gobierno, luego ha sido objeto de artículos y debate entre economistas que han terminado por darle la razón a Fernández.

Ese debate podría conducir al gobierno a un escenario poco favorable debido a que mantiene en el tapete el tema desde el enfoque de un crecimiento astronómico de un 12.3% de la economía, lo que choca con las quejas de la población por el alto costo de la vida. Fernández y su partido han asumido como bandera de oposición la inflación y han acusado al gobierno de querer ignorar la crisis económica porque “vive en una burbuja”.

El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) también ha criticado por el tema y ha acusado al gobierno de afectar los sectores productivos por la importación de productos.

Las críticas al gobierno provienen tanto de los dirigentes y aspirantes a la candidatura presidencial, Francisco Domínguez Brito, Margarita Cedeño y Abel Martínez. Igualmente, el Partido Revolucionario Dominicano (PRD) y su presidente, Miguel Vargas, han arremetido contra el gobierno y lo acusan de improvisado y de incumplir las promesas de campaña a los votantes.

Fideicomiso y costo político

La oposición, a pesar de que con su voto permitió aprobar el fideicomiso de Punta Catalina, la decisión concitó el rechazo social y es evidente que el costo político lo pagará el gobierno porque la oposición se sumó a las críticas.

El presidente Abinader mandó a discusión del Consejo Económico y Social (CES) ese contrato, pero el tema de Punta Catalina sirvió a la oposición, además para satanizar la figura del Fideicomiso e instalar en la opinión pública la creencia de que la preferencia del gobierno por ese mecanismo es para privatizar empresas y servicios públicos.

Antes de enviar el tema al CES, el presidente Abinader tuvo una reacción molesta ante las críticas por la decisión del gobierno. El expresidente Fernández fue más allá y en un artículo cuestionó la tendencia del gobierno por el uso del fideicomiso para planes como la transformación de la Policía o la exportación de tilapias, lo que calificó de extraño.

Reforma, trampa para oposición

Recientemente, los partidos de oposición se retiraron de la mesa de diálogo de la reforma a la Constitución por no estar de acuerdo con la propuesta del gobierno que presentó un proyecto para supuestamente garantizar la independencia del Ministerio Público.
En ese debate, el gobierno lleva ventaja en la opinión pública debido a que el combate a la corrupción y la transparencia se han convertido en temas sensibles y con eso está justificando del cambio a la Ley Sustantiva.

El presidente Abinader respondió ante la retirada de la oposición, que “ellos tienen temores porque en sus gobiernos se modificó la Constitución para repostularse”. “Yo sé que ellos tienen temores, porque los que están hablando han modificado la Constitución específicamente para cambiarse los términos de su elección; ese no es mi caso”, enfatizó.

Sin embargo, la oposición ha encontrado un punto débil para atacar la propuesta que podría tener efectos políticos para el PRM y el presidente Abinader. La oposición está convencida que el objetivo de convocar la Asamblea Nacional Revisora es reducir el porcentaje de 50+1 que se necesita para ganar la Presidencia porque supuestamente Abinader no lograría ese número en primera vuelta.

En todo caso, la oposición tanto del PLD como la FP, que tiene el estigma de la corrupción y de supuestamente propiciar la impunidad durante los gobiernos de Danilo Medina y Leonel Fernández, tiene un debate difícil de ganar.

Si se aprueba la reforma será una victoria para Abinader y si, por el contrario, no se aprueba por el rechazo de la oposición, podrán alegar que apoyan la corrupción y la impunidad.Si la oposición se arriesga y la apoya, entonces podrían cambiar el 50+1. Eso, casi seguro, llevaría a la oposición a una derrota electoral.

“Conquista” alcaldes es arriesgado para el PRM

Otro punto de coincidencia en la oposición es la denuncia han hecho el PLD, el PRD y la FP, de que supuestamente el gobierno a través de la Liga Municipal Dominicana estaría dando recursos a los alcaldes de esos partidos a cambio de que pasen al partido oficial. En los hechos alcaldes de esas tres organizaciones han pasado apoyar al PRM. El PRM hace una apuesta arriesgada pues ese ataque podría provocar la unificación de toda la oposición para las elecciones municipales que serían en poco menos de dos años. Por tanto, la oposición todavía tiene tiempo de recomponerse y empezar a identificar figuras y dirigentes de esos partidos para postularlos en alianza. Además, es probable que los dirigentes locales del PRM que tienen ese tipo de aspiración sientan sus proyectos políticos afectados para favorecer figuras contrarias.

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