Las fiscalías comunitarias, rápido acceso a la justicia

Hay 15 en el Distrito Nacional. No solo reciben las denuncias, también las llevan ante los tribunales
Vestido con su chaleco de motoconchista a media mañana de ayer, Juan entró a la Fiscalía Comunitaria de Capotillo en busca de ayuda. Le habían robado su celular, pero no tuvo que salir de su sector procurando justicia.

Fue atendido por el personal, dio los datos necesarios y se fue del lugar esperando poder recuperar lo que le habían robado mientras trabajaba.

Para eso están las fiscalías comunitarias, diseñadas para que las personas de los barrios puedan acceder a la justicia sin mayores trabas.

“Vinieron a raíz de la necesidad que existía de acercar la justicia a la comunidad, se entendió que era necesario que se desconcentrara lo que era el Palacio de Justicia, que anteriormente todo tenía que venir aquí y eso fue lo que dio origen al plan de la conformación de las fiscalías comunitarias”, reseñó el fiscal Quelvy Romero, supervisor de las fiscalías comunitarias del Distrito Nacional, entrevistado por reporteros de este diario.

En el Distrito Nacional hay instaladas 15 fiscalías comunitarias, antes llamadas barriales. Están en la Zona Colonial, María Auxiliadora, Gualey, Los Guandules, Capotillo (que también cubre lo sectores Simón Bolívar y Ensanche Luperón), Villas Agrícolas (que abarca La Zurza), Villa Juana, Villa Consuelo, Cristo Rey, Los Ríos, Los Girasoles, Ensanche Quisqueya, Ensache Naco, Carretera Sánchez y Ensanche La Paz.

Formalmente iniciaron en 2004

Fue en el 1997 cuando se hicieron los primeros aprestos para establecer fiscales fuera del ámbito del Palacio de Justicia de Ciudad Nueva (a donde iban todos los casos del Distrito Nacional) y fueron llevados a los destacamentos de la Policía Nacional.

Pero esto generó que se confundieran los roles entre los fiscales y policías, explicó el fiscal Romero, quien precisó que siete años después (2004) las autoridades comenzaron a crear las fiscalías comunitarias fuera de los destacamentos.

“Estas fiscalías vinieron a ser también una especie de control y de garantías de derechos ciudadanos de los pobladores de los sectores donde se encuentran, porque sabemos que se dan situaciones de violaciones de derechos fundamentales, básicamente, por parte de instancias del Estado, la Policía Nacional, y así por el estilo”, sostuvo Romero, quien tiene un año como supervisor aunque anteriormente trabajó en estas fiscalías.

Denuncias que más reciben

Las cifras que manejan los encargados de cada fiscalía comunitaria arrojan que las denuncias que más llegan son por amenazas, robos, agresión física, golpes y heridas y violencia de género.

Por ejemplo, en junio pasado, en la Fiscalía Comunitaria de Capotillo, Simón Bolívar y Ensanche Luperón se interpusieron 80 denuncias de violencia de género, 26 de robos simple (sin armas) y 19 de violencia física.

En ese mismo mes, la Fiscalía Comunitaria de Villas Agrícolas, que cubre La Zurza, recibió 46 denuncias de amenazas, 15 de golpes y heridas e igual número de agresión física.

Mientras que en julio, en la Fiscalía Comunitaria de Villa Juana (también abarca Miraflores y Don Bosco) se denunciaron 20 casos de violencia de género y 90 casos comunes.

Las fiscalías comunitarias no solo reciben las denuncias, también las trabajan, es decir, realizan las entrevistas y hacen las evacuaciones pertinentes. Por último, se judicializan en el Palacio de Justicia en Ciudad Nueva.

“El Poder Judicial tiene una plataforma a través de la cual recibe nuestras solicitudes, ya sea de orden de arresto, de medida de coerción y por ahí se está trabajando… en la plataforma se hace la solicitud, los documentos se envían al departamento de control de calidad, que existe en la Fiscalía del Distrito Nacional, luego de que se hace una revisión, entonces se sube a la plataforma y se envía el expediente al Departamento de Litigación, ellos conocen las audiencias”, explicó a elCaribe Reynaldo Javier, fiscal coordinador de la Fiscalía Comunitaria de Villas Agrícolas.

“A veces entendemos que la fiscalía solo es un ente de recepción de esas denuncias, y no, en las mismas fiscalías comunitarias se resuelve ese conflicto. Los fiscales comunitarios son los responsables de investigar esos procesos y de judicializarlos, cumpliendo el debido proceso de ley”, dijo en una entrevista aparte el fiscal Romero.

Con este proceso, se descongestionan los casos en la Fiscalía del Distrito de la cual dependen las comunitarias.

Violencia de género tiene trato especial

El tema de violencia de género tiene un departamento especial y un fiscal distinto. Estas unidades tienen presencia en 11 fiscalías comunitarias, mientras que los casos de este tipo que se producen en el Ensanche Naco, Ensanche Quisqueya, La Paz y Zona Colonial se trabajan en la Unidad de Prevención y Persecución de la Violencia de Género, ubicada en la Rómulo Betancourt. “Se practica una evaluación médica para obtener un certificado médico legal, todo eso se hace en la misma fiscalía comunitaria, el ciudadano no tiene que trasladar a ningún otro lugar para retornar a la fiscalía”, dijo Romero.

Lo importante de todo eso, dijo la fiscal Belkis Polanco, coordinadora de la Fiscalía Comunitaria de Villa Juana, es que las personas denuncien los hechos y no desistan, pues hay casos en que no se pueden judicializar si la víctima no da el debido seguimiento.

“La denuncia es la única manera de nosotros sacar de la sociedad, del medio, a los que están delinquiendo”, sostuvo.

Cantidad
En total, hay 15 fiscalías comunitarias en el Distrito Nacional, las cuales abarcan la jurisdicción completa

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