Ríos, arroyos y cañadas inundan decenas casas

Debido a las lluvias y desbordamiento de ríos, arroyos y cañadas, así como por posibles deslizamientos de tierra, el Centro de Operaciones de Emergencia (COE) ubica 25 provincias en alerta, 4 en roja, 13 en amarilla y 8 en verde, mientras cientos de viviendas ya fueron inundadas en barrios como La Ciénaga, Distrito Nacional, por crecida de la cañada Bonavide.

En alerta roja se encuentran el Distrito Nacional, la provincia Santo Domingo, San Cristóbal y Baní, estas dos últimas incluyen toda la ribera del río Nizao hasta su desembocadura en el mar Caribe. En amarilla fueron ubicadas: María Trinidad Sánchez, La Vega, Puerto Plata, Monte Plata, San José de Ocoa, Azua, Hermanas Mirabal, Duarte, Monseñor Nouel, Espaillat, San Pedro de Macorís, Samaná y Santiago.

Mientras que en verde fueron ubicadas: Sánchez Ramírez, San Juan, Independencia, La Altagracia, Barahona, Pedernales, Hato Mayor y el Seibo.

El COE recomienda a las personas abstenerse de cruzar ríos, arroyos y cañadas que presenten alto volúmenes de agua, no hacer uso de balnearios, debido a la turbiedad y el volumen de agua que aún mantienen.

La rotura del alcantarillado de la cañada Bonavide, justo en la frontera donde se dividen los barrios La Ciénaga y Los Guandules, provocó que en la madrugada de ayer cientos de viviendas fueran inundadas y sus habitantes salieran huyendo a casas de amigos y familiares.

Asimismo, decenas de viviendas ubicadas en la parte baja del farallón que divide a Guachupita de la Ciénaga, fueron inundadas con el peligro de quedar sepultadas bajo tierra, como sucedió con cuatro durante las fuertes lluvias del pasado 18 de noviembre y que no han tenido el auxilio de las autoridades nacionales y municipales.

Rafael Castillo Gómez narra que en la madrugada del pasado 18 de noviembre se produjo un deslizamiento que destruyó su casa y la de una vecina, que la rescataron desde bajo los escombros, sin que hayan tenido respuestas de las autoridades. Las casas afectadas y en peligro de desplomarse por completo son la 162 y 164 , en la calle La Marina, próximo a la Planta de Tratamiento.

Eneida Patricia Solano, madre de cuatro hijos, narra que ciertamente fue rescatada de los escombros el pasado 18 de noviembre, sin embargo, las lluvias de los últimos días rematan las calamidades que padecen. De otro lado José Luis Feliz, quien habita en la casa 108, informó que en la madrugada de este martes el agua que bajaba por el farallón inundó su hogar y una motocicleta suya la rescató en la calle.

Ramón Crispín, presidente de la junta de vecinos, explicó que luego de la rotura del cubrimiento de la cañada Bonavide, sus aguas se desbordaron e inundaron a todas las viviendas que quedan en sus alrededores.

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