Lo que Miguel Guerrero olvidó en su libro “Jaque a la Libertad”

Lo que Miguel Guerrero olvidó en su libro “Jaque a la Libertad”

POR RAFAEL MÉNDEZ
Ex presidente del CDP

Un jaque a quienes nos atrevimos a salvar al CDP

El reciente libro titulado “Jaque a la Libertad”, del destacado
periodista y amigo Miguel Guerrero adolece de omisiones históricas
importantes, como es atribuir solamente al Sindicato Nacional de
Periodistas Profesionales (SNPP) patrocinar las dos etapas en las que
entendemos se podría dividir la larga lucha de los periodistas
dominicanos por un colegio que les proteja y represente, y un
instituto de previsión y protecciones que les garantice asistencia
social a los periodistas y sus familiares.

La primera y larga etapa de la lucha por la colegiación de los
periodistas dominicanos la libró el SNPP, contando con una amplia
identificación y apoyo de hombres y mujeres de la prensa, encabezados
por destacados comunicadores desde la dirección del gremio que nos
agrupaba, aspiración está que se formaliza en el primer congreso de la
prensa, reivindicación que se alcanza casi 20 años después con la
aprobación de la Ley 148, que crea la colegiación obligatoria de los
periodistas dominicanos para poder ejercer tan noble ejercicio
profesional.

La inmensa mayoría de los periodistas asumió la lucha por la creación
del Colegio Dominicano de Periodistas, teniendo como trinchera el
Sindicato Nacional de Periodistas Profesionales (SNPP), cuyo
secretario general era Emilio Herasme Peña.

Y como firmes aliados, hay que hacer un justo reconocimiento de los
periódicos La Noticia, que dirigía el destacado periodista Silvio
Herasme Peña y El Nuevo Diario, bajo la dirección del combatiente de
las causas nobles, el periodista Juan Bolívar Díaz.

Varias décadas de enfrentamiento conllevó el alcance de estas
conquistas con los empresarios de la prensa agrupados en la Sociedad
Dominicana de Diarios, quienes contaron siempre con el apoyo militante
y resuelto de la Sociedad Interamericana de Prensa, la poderosa
integración de los periódicos de la región, incluyendo los de Estados
Unidos.

La Cámara de Diputados aprobó el Proyecto de Ley que creaba el Colegio
Dominicano de Periodistas, que había sido remitido del Senado de la
República con las modificaciones. El Poder Ejecutivo promulgó la Ley
el 30 de junio 1983, y la marcó con el número 148, al tiempo que la
Sociedad Dominicana de Diarios, contando siempre con sus aliados de la
gran prensa regional inicia un nuevo episodio de la lucha y recurre a
la Suprema Corte de Justicia que termina declarando la
inconstitucionalidad de la Ley de Colegiación de los periodistas.

Tras 16 años de lucha, el 24 de abril de 1991, el Congreso aprobó la
ley que crea el actual Colegio Dominicano de Periodistas, sin la
cláusula de la obligatoriedad de ser miembro de la entidad para
ejercer el periodismo. El 7 de mayo de 1991, el presidente Joaquín
Balaguer la promulgó con el número 10-91, con lo que se logra “el CDP
posible”, sin renunciar “al CDP ideal”, como lo prometimos en campaña.

Esta nueva ley fue posible gracias a la mediación del presidente del
Grupo Financiero Popular, Alejandro Grullón, quien logró sentar en la
mesa a las directivas del CDP y de la SDD, sin embargo, esta conquista
provoca encendidos debates entre quienes objetaban la legislación y
los pioneros de la iniciativa, lo que dio como resultado que la
disidencia constituyera la Asociación Nacional de Periodistas
Profesionales (ANPP), de efímera existencia.

En medio de esa confrontación, el CDP convocó a nuevas elecciones con
el propósito de refrendarse ante la mayoría de periodistas siendo
electo nuevamente el suscrito, como primer presidente de la nueva Ley
10-91. De esa manera se inició una nueva etapa, y el CDP comenzó a
operar con relativa normalidad, pero con la esperanza de mejorar esa
Ley 10-91, para lograr el objetivo estratégico del CDP Ideal.

NOTA: El autor ha sido dos veces presidente del CDP-último secretario
general del SNPP y del SNTP. Le tocó encabezar las luchas por la
transformación de los gremios de los periodistas, y las que registran
las mayores conquistas para los comunicadores y trabajadores de la
prensa.

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