
Washington, Estados Unidos.- La administración del presidente Donald Trump intensifica la presión sobre el régimen de Nicolás Maduro con la nueva disposición de cancelar todo contacto diplomático con Venezuela.
Ha instruido al enviado especial Richard Grenell a detener el acercamiento con el gobierno venezolano para alcanzar un acuerdo.
Así se dejan sin efecto las gestiones que Grenell encabezaba con el Gobierno venezolano para explorar posibles negociaciones entre ambos países.
La orden fue comunicada directamente por Trump a Grenell con aplicación inmediata, lo que se interpreta como un giro significativo en la política estadounidense hacia Venezuela.
La medida se anuncia después de que Estados Unidos mantuviera en el Caribe al menos ocho buques de guerra y un submarino de ataque rápido de propulsión nuclear, así como más de 4,500 soldados, con el pretexto de combatir el narcotráfico.