
El doble ataque israelí contra el hospital Naser en el sur de la Franja de Gaza, que mató a al menos 20 personas, entre ellas cinco periodistas, ha desatado una ola de condenas por parte de varios países, organismos internacionales y ONGs, que recuerdan que es una violación del derecho internacional atacar a civiles.
La ONU y destacadas organizaciones humanitarias exigieron una investigación inmediata y el fin de la impunidad, subrayando la crítica necesidad de proteger a civiles y profesionales en zonas de conflicto, mientras el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lamentó lo que calificó de “trágico accidente».
Las fuerzas israelíes bombardearon primero el hospital, y cuando periodistas y rescatistas llegaron a él para ayudar a las víctimas y documentar lo sucedido, lo atacaron de nuevo, según el Ministerio de Sanidad, en un ‘doble golpe’, que es ilegal según el derecho internacional, ya que busca causar víctimas entre el personal civil que acude a evacuar y rescatar a las posibles víctimas de un primer bombardeo.
El ministro británico de Asuntos Exteriores, David Lammy, expresó su “horror” por el incidente. En la misma línea, el Gobierno de España condenó enérgicamente el ataque, y el presidente francés, Emmanuel Macron, aseguró que el ataque es “intolerable” Periodistas asesinados.
En este doble ataque han sido asesinados Hossam Al Masri (camarógrafo de la agencia de noticias Reuters), Mohamed Salama (camarógrafo de la cadena catarí Al Jazeera), Mariam Abu Daqqa (informadora de la agencia estadounidense AP), Moaz Abu Taha (reportero de la cadena estadounidense NBC) y Ahmed Abu Aziz (periodista para la Red Quds Feed).
Médicos Sin Fronteras (MSF), para quien colaboraba Mariam Abu Daqqa, también lamentó el ataque “horrendo”.