
El primer ministro chino, Li Qiang, advirtió ayer, viernes, ante la Asamblea de la ONU de que “si vuelve la ley de la selva”, el mundo “se enfrentará a más derramamiento de sangre». En su discurso ante la Asamblea General en representación del líder chino, Xi Jinping, Li subrayó que la paz y el desarrollo “son la aspiración más fuerte compartida por todos los países».
“Si vuelve la era de la ley de la selva y los débiles son presa de los fuertes (…) la humanidad se enfrentará a más derramamiento de sangre”, sostuvo el primer ministro chino, quien exhortó a la comunidad internacional a preguntarse cómo se puede “hacer frente al bullying en lugar de optar por el silencio y la sumisión por miedo a los poderosos».
Según Li, el mundo ha entrado en un nuevo periodo en el que están resurgiendo el unilateralismo y la mentalidad de la guerra fría, lo que pone a la humanidad “en una nueva encrucijada». “Sólo cuando todos los países sean tratados como iguales y se practique un verdadero multilateralismo estarán mejor protegidos los derechos e intereses de todos”, argumentó el primer ministro chino, quien apeló a la “solidaridad frente a la división».
Li reiteró que China ha trabajado para promover el diálogo y la búsqueda de soluciones políticas a los principales conflictos internacionales activos en la actualidad, como la guerra de Ucrania y el conflicto palestino-israelí, asuntos en los que el país asiático “seguirá jugando un papel constructivo».
Insistió, además, en la necesidad de “respetar las legítimas preocupaciones de seguridad de todos los países”, un argumento que Pekín ha esgrimido en incontables ocasiones para justificar su renuencia a presionar a Moscú para poner fin al conflicto ucraniano.